Nota importante

Si decides leer este blog, te aconsejo pasar completamente del índice y leer las entradas ordenadas como bien tienes un menú bien bonito. Porque mayormente tienen su orden lógico y si lo lees desordenadamente, podrías no enterarte de una mierda y opinarás como un gilipollas sin saber una mierda de lo que has leído.

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jueves, 8 de mayo de 2014

[Paridas Kontinuas] Las cortinas de mi abuela huelen a aceite - Capítulo 4: Soy un unicornio retrasado

Eustaquio estaba durmiendo y de repente se despertó pensando en la venganza perfecta para dicho entrevistador de un casting porno de enanos travestis. Despertó a su mujer y le dijo que su venganza trataría en meterle en el recto al entrevistador, 200 ratones en llamas, entonces su mujer le dio un guantazo y él se levantó. Se bajó a la calle y se fue a la tienda de animales a comprar ratones para llevar a cabo su venganza. Cuando llegó a la tienda se la encontró cerrada, porque eran las 3 de la mañana, se quedó a dormir delante para ser el primero al abrir. Entonces Xavier Albiol le robó el dinero que tenía para comprar los ratones, pero Eustaquio no se enteró, cuando amaneció y la tienda abrió fue a comprar los ratones y al pagar se encontró que le faltaba el dinero, entonces el dependiente le dijo:
Dependiente: Son 50 céntimos.
Eustaquio: Tío que no tengo la pasta.
(El dependiente pasa a modo súper sayan-78).
Dependiente: ¡¡¡Tú de qué coño vas, gilipollas!!!
(Pasa un viejo y le da un bastonazo a Eustaquio y se va).
Eustaquio: Eh sin faltar.
Dependiente: Vuelve cuando tengas la pasta o nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada de nada.
(El dependiente le mete un puñetazo y el chorizo otro, Eustaquio se va de la tienda).

Eustaquio juró que encontraría al quien robó su dinero o si no se cagaría en Dios, detrás de una farola aparece Jesucristo con una gorra plana hacia atrás:
Jesucristo: Hola madredefoca, digo hijo mio.
(Eustaquio le suelta un guantazo y Jesucristo se pone palote).
Eustaquio: Yeah madapakaround.
Jesucristo: Ajá ajá, yea yea.
Eustaquio: Fuckubich.
Jesucristo: Matematicas en el hood.
Eustaquio: Me cargo a tu vieja with cuerda piano.
Jesucristo: Money biches an tunin rols rois.
Eustaquio: Ok ya deja la coña. ¿Qué mierda haces con esa gorra?
Jesucristo: Se la cambié a un fokin gangster niggi brodah por un percebe.
Eustaquio: Te la cambio por una uña del pie del yeti.
Jesucristo: No.
Eustaquio: pues por una uña mía.
(Jesucristo se pone palote).
Jesucristo: No.
Eustaquio: por una uña tuya.
Jesucristo: Ok.
(Eustaquio le da un guantazo).
Jesucristo: Pero qué haces si no he dicho “hijo mío”.
Eustaquio: Ahora sí…
Y se van volando al Toys’R’Us.

Eustaquio fue allí a seguir buscando su vocación, su curro, su manzana caramelizada, su afición remunerada.
Al presentarse en esa tienda de juguetes dejó un currículum vitae:
Encargado: Veamos… así que buscas trabajo… Veamos qué tenemos aquí… bien… veo que nunca has trabajado en una tienda de juguetes…
Eustaquio: Bueno una vez vi un perro.
Encargado: ¿Era marrón?
Eustaquio: No. Era verde.
Encargado: Fuera de aquí.
Eustaquio: Digo… sí…
Encargado: ¿¿En serio?? ¡¡Contratado!!
Y Eustaquio se fue a pescar en un charco. Pescó un mamut. Luego se fue a trabajar:
Cliente: Hola.
Eustaquio: Qué desea.
Cliente: Madalenas no te jode.
(Eustaquio saca una Magdalena de su bolsillo y se la estampa en la rodilla derecha)
Cliente: Está seca.
(Eustaquio saca una manguera de agua con arena a presión y le rocía la magdalena).
Cliente: Ahora está hecha pedazos.
Eustaquio: No haber nacío.
(Y se va).
Otro cliente: Hola.
Eustaquio: ¿Qué desea?
Otro cliente: Juguetes no te jode.
Eustaquio: Estás en el Toys’R’Us…
Otro cliente: Ah, pensé que era una tienda de magdalenas
Eustaquio: ¿Desea algún juguete ya que estás?
Otro cliente: Deseo un consolador.
(Eustaquio se saca una magdalena del bolsillo y se la estampa en la rodilla derecha).
Eustaquio: Tenemos un Elmo con un cipote enorme que se infla cuando pulsas un botón y vibra con otro.
Otro cliente: ¿Pero es venosa?
Eustaquio: No.
Otro cliente: Me lo llevo.

Al día siguiente viene el mismo cliente:
El mismo cliente: Oye este Elmo no vibra.
Eustaquio: Le faltan pilas, que por supuesto no venían incluidas.
El mismo cliente: Ah vale, pues póngame unas pilas.
Eustaquio: No.
El mismo cliente: ¿Ah no tenéis?
Eustaquio: No, que no me da la gana.
El mismo cliente: ¿Por qué no?
Eustaquio: Porque tú no vas con pilas, en tal caso se las pondría al muñeco…
El mismo cliente: Me caes mal.
(Y se va).

Aparece Jesucristo de entre las migas de las magdalenas de ayer:
Jesú: Hola amigo.
Eustalker: Vete de aquí, estoy trabajando.
Jesucristo: Vengo a comprar un juguete.
Eustaquio: El qué.
Jesucristo: Una motosierra.
Eustaquio: Eso no es un juguete.
Jesucristo: Oh, qué pena…
Eustaquio: Pero tenemos zebras.
Jesucristo: ponme dos y un mc pollo.
Eustaquio: Solo tenemos ternera.
Jesucristo: ¡¡oh mierda!!
(Eustaquio le hace lluvia dorada)
Jesucristo: Rica limonada, aunque está caliente.
Eustaquio: pues te jodes.

Eustaquio fue a ver al entrevistador del casting porno de enanos travestis.

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